Caribeana Redención

El acoso de vendedores es constante y el constante (aunque en general amable) rechazo que les dipenso me hace sentir no una persona, maldita culpa, que no dispone de presupuesto para comprar, sino directamente una mala onda.
Hasta que ahora a la noche veo que, en las mesas de al lado, una pareja de chicos se compran el uno al otro un collar, justo los vendía ese vendedor al que le dije no gracias sin mirarlo y me lo hizo notar.
En la otra mesa, un matrimonio y una nena escuchan con atención y contentos a un cantante con su guitarra. El marido empieza a grabarlo con su camarita, travellingo circular con referencia del hombro y parte de la cara del músico, se ven su mujer y su hija que mueven sus cabecitas sonrientes (la pareja viste una remera que dice cartagena con enorme sombrero plateado estampado en la parte de adelante).
Al rato cae otro músico, más joven en esa misma mesa. Se queda tanto tiempo haciendo su show que termina sentándose en la silla libre mientras, para mi sorpresa canta una canción de Axel (no Axl). Y el marido sigue contento y con ganas de grabar y su familia, desde acá ya las veo, espero también.
(esas cosas que uno nunca haría)

1 comentario:

AEZ dijo...

Ahí te pasé el teléfono de Gina, me dijo que lo que quieras. Ah, pero andás desprestigiándome, tirando al tacho mi data... qué mala sos. Igual pasala genial. Beso.