Blog+libro


por fin linkié el blog de margarita al costado
Este año publicó su primer libro, de relatos, que, lo digo otra vez, me encantó. Y no soy la única eh; tuvo lindas reseñas y comentarios y recomendaciones de persona a persona, de lectores a lectores y lectoras a lectoras y de blogs en links. Se lo regalé a mi hermana y a ella también le gustó mucho. Eso sí me había olvidado de decir.

Perdé la perspectiva







Se levantó viento sur
es una frase muy bahiense
y de toda la costa
del sur de la provincia

¡somos mais!


felicitaciones al nuevo proyecto editorial...!
con poesía de la agitadora Marina Gersberg y del bahiense Molina.

Hace poco se sumó al clan editor de estas latitudes la editorial artesanal mancha de aceite, de Walter Lezcano - mano de obra y editor- Patricia Giménez y Silvia Giménez - diseño y estética. Ya agotaron la primer tirada: pero - escuela funesiana- te hacen tu libro a pedido vía mail.

Sobre Zettel de Héctor Libertella

Editorial Letra Nomáda, 2009.

(Un libro precioso)
(...)
"La contratapa de Diario de la rabia, uno de los últimos títulos que publicó en vida, señala que estaba trabajando en este libro. La novela –editada por Beatriz Viterbo– a partir de la historia de arqueólogos, copistas y dudosos reyes es, en definitiva, una mueca irónica, a la vez que gesto intenso, de preocupación por la traducción; por la lectura y la interpretación; la reescritura y la tensión entre ficción y realismo. En esa línea, sin su aparato narrativo, retozan con brío los fragmentos de Zettel. En el prólogo, Laura Estrín habla de “una escritura deshilachada” que iba uniendo su obra en una sola. Por un lado está también el “homenaje” a Wittgenstein, a quien de manera explícita cita Libertella en un epílogo no señalado como tal. “¿Papelitos que sobraron de otros libros? ¿Notas y apuntes de notas por venir?”. También apunta que esas líneas no van a ningún lado, en una afirmación tan cierta como discutible. Si los cuadernos de notas son embriones de textos que tomarán otra entidad; si se asumen como borradores de ideas, como golpes fundantes, Zettel opera, al mismo tiempo, en un sentido inverso. Estas notas vuelven al resto un conjunto dinámico y tan macizo como evanescente: el libro motivará a revisar la obra anterior, a reescribirla, y redireccionarla. Puede revertirse la casuística; se puede comenzar por el final".
(...)

si sale un libro

da para albricias y florcitas a tuti, y es rarísimo desde allá como re en españa, viste un libro que no viste, ¿no?
gracias a los editores -del sello Lengua de Trapo- y al antologador y a los otros escritores del libro, claro, ¡albricias! leí unos relatos por mail buenísimos, pero todos deben estar picantitos y tener una apuesta interesante, una apuesta; sino para eso están las buenas antologías, y siempre los textos dialogan entre sí. Cuando veamos el libro diremos con más frialdad ponele, pero es una cosa que va, no es poco.
"Una colección de relatos de nuevos narradores argentinos

Narrativa autobiográfica, literatura del yo, narcisismo, exhibicionismo, pudor, búsqueda ecléctica; voyerismo; lo que surge en una relación incómoda entre el relato y la lectura. Los blogs y las nuevas tecnologías que nos acercan al mundo también nos demandan confesiones. La historia de nuestras relaciones sociales ha sido modificada para siempre por la llegada de la web. Aquí no se pretendía más que contar bien lo que se cuenta a diario y entre anónimos. Pablo Ali, Félix Bruzzone, Sonia Budassi, Aquiles Cristiani, Celia Dosio, Mariana Enriquez, Federico Falco, Diego Grillo Trubba, Luciano Lamberti, Joaquín Linne, Sebastián Martínez Daniell, Ignacio Molina, Pablo Natale, Patricio Pron, Maximiliano Tomas, Hernán Vanoli, Alejandra Zina. El padre, las drogas, los amores, las amistades, la soledad, la familia, hijos, el fútbol, la política, el pánico y otra vez el padre, entre tantos temas. Hay afectación, pero nadie nunca se toma del todo en serio a sí mismo: al final del día no queda más que el espejo y sentarse a escribir algo para ver qué se modifica, si acaso. Hablar de mí, la nueva narrativa argentina, viajó alrededor del mundo varias veces antes de transformarse en un libro. Veinte años antes, esto habría sido imposible. Doce años antes, LdT publicaba Páginas amarillas y pensaba en Líneas aéreas: la búsqueda era idéntica."

Yo no hablé ni de fútbol ni de mí, sino de él

hoy

quiero practicar la austeridad
de la prosa
pero ya austeridad
es una palabra
ampulosa
y rimbombante

Jueves para salir por ahí

palabras enredadas está de pachanga y en Puan se piensa y se debate cómo organizarse y armar un colectivo en esta profesión. Me había invitado Matías Laje para que cuente la movida colectiva que armamos en Perfil, pero ya le había dado el Sí quiero Sí voy a Marina del programa de radio, ambas cosas son un programón. vayan

power mics

entre las muchas cosas que aparecieron y se difruta leer cuando una está en otras versiones de la experiencia y el mundo conocido hace las escondidas de correcaminos y coyote amable pero con feroz intención...

LO NUEVO Y LO CONSERVADOR pero éste artículo tira un par de Flores a La medida, mi cuento publicado en la antología de Blatt y Ríos y por ahí queda como de autobombo así que avisemos que sí, que lo es, que no lo habíamos leído así pero gracias. Hacemos un picadito del punto (...)
"4.En La medida de Sonia Budassi aparece otro cruce. Sonia Budassi, una narradora de la intimidad, describe el ingreso al estrato más bajo de la política, representado en un reclamo gremial. La inexperiencia y lo privado se encuentran ahí con lo político sin el auxilio de lo siniestro. Bildungsroman grupal de la decepción, la iniciación no sólo es en el amor o en el sexo o en la lógica remanida de las becas académicas, sobre las que Budassi ha escrito Acto de fe, quizás el relato menos explícito y al mismo tiempo más preciso sobre el cruce entre universidad y vida privada. (Las teorías salvajes de Pola Oloixarac puede leerse como el más explícito, pero no por eso menos importante.) La inflexión que representa La medida resulta todavía más evidente si se la compara con las tramas que le son contemporáneas y donde se cultiva, de la mano de personajes marcadamente solitarios, un fuerte individualismo que no siempre es crítico. Pienso en Pablo Ramos, en Oliverio Coelho y en Ignacio Molina."(...)
También tiene un artículo -EL CONDE DE LA CALUMNIA- de Patricio Erb com un mix Chuk Palaniuk argentino que en fin, empieza con esta gran cita -tan verdadera que es inverosímil!-


Y con el segundo número me pasó -es una asociación recontra arbitraria enton qué- algo similar al efecto corporal de lectura del último libro de Mariana Enríquez que leí este fin de semana (se llama "Los peligros de fumar en la cama"). Ansiedad por seguir leyendo. En el caso del libro de Enríquez se satisface en su límite de ser 12 cuentos, entonces uno y otro y otro y ¿qué pasará en el siguiente?¿qué propondrá?

ENCUENTRO CON MUJERES EN TUCUMÁN, primera parte, de Celia Dosio, te da puntadas de refresh inet explorer con la dureza de aquel programa y la intensidad ansiosa más de red social de que venga la segunda YA.

"Me gusta no conocer a nadie, ni que nadie me conozca, que no tenga preconceptos sobre mí o mi familia. Me muevo con libertad. Me sorprende no sentir ansiedad. No dudo de mis ganas de participar o ni me siento sapo de otro pozo, como había pensado.

Ser mujer no es garantía de reflexión, compromiso, voluntad de cambio de una realidad. Yo participo del Encuentro en tanto mujer, digo, no tengo experiencia en militancia. Mi acercamiento a la política es tardío. Creo también que hay temas que suelen estar en la agenda de género que necesitan una respuesta urgente, que requieren de una voluntad política de la que lamentablemente carecen: la violencia familiar, la cantidad de muertes por abortos clandestinos, la trata para prostitución, la discriminación…"

:):):):):):):):):):):):):):):):):):):):):):):):) reactivando, fase pony mutante cien por ciento lucha vs caballo de san martín (ampliaremos)

La "B" en el fútbol y en el amor según él

Un breve estudio comparativo del periodista Marcelo Rodríguez
(sí, voy a extrañar a los chicos de deportes aunque cuando les pedíamos que bajaran el volumen, los dos bandos nos mirábamos fiero. El prode siempre arregló todo y además siempre nos caímos bien)

¡¡juguemos en el bosque!!


El viernes se inaugura la muestra de Lorena Fernandez; dejemos por un día las presentaciones de libros y animémonos a este bosquecito.
Vi las fotos y parte de la instalación y debo decir que es maravillosa.
----y tuve enorme suerte de haber escrito el texto del catálogo.

23 de octubre
HONDURAS 4882
GALERÍA CATENA
19 HS

Feliz día! Un buen día para un buen texto

Desde hace unas semanas, en Aguilas Humanas se publican crónicas, algunas de las cuales hemos trabajado con el escritor Cristian Alarcón.

"Este blog es el lugar en el que podrán encontrar los relatos escritos por los jóvenes cronistas del taller que coordino en Buenos Aires hace cinco años, los de algunos Nuevos Cronistas de Indias y los míos, que de vez en cuando todavía salen por ahí", se lee al costadito.

Les dejo el texto genial de Martín Ale sobre el Tula, una crónica o un cuento como me han dicho algunos de mis amigos que lo leyeron antes de que se publique -lo estuve traficando por mail, ñaca ñaca.
"El bombo del Tula pasa los días y las noches en una habitación oscura, junto a dos colegas ya retirados, diarios y revistas viejas, un par de pingüinos embalsamados, una miniatura de Tutankamón y fotos, centenares de fotos. Tiene los parches gastados y le duelen las clavijas: el paso del tiempo, los miles de kilómetros recorridos, los palos recibidos. Las caras de Perón y Evita pintadas sobre el celeste y blanco de la armazón, calcomanías de un lado y la leyenda “Alemania 74 – Alemania 2006” del otro. El bombo del Tula sale poco; algún actito por allá, un homenaje por acá. Eso sí: cuando sale no hay bombo que le haga sombra. Su latido atronador mete miedo. Apoyado sobre una cómoda en una habitación oscura, rodeado de recuerdos, el bombo de Tula es una pieza de museo. Un objeto más del museo improvisado que el Tula tiene en su departamento de Lomas de Zamora.

-¡Positivo! –saluda el Tula y abre la puerta de un edificio de los que se hacían antes, una mole con puertas grandes y pesadas, a tres cuadras de la estación de trenes de Lomas. El cuatro ambientes que el Tula compró con un crédito del Hipotecario hace treinta años está en penumbras. La ropa desordenada sobre un sillón, una mesa con mantel de hule, un aparador con copas de las que se usan para brindar en Navidad.
-Mirá esto, positivo –dice el Tula. "SIGUE EN ÁGUILAS HUMANAS

yepez-link-cucurto-nancy fernandez batifondo en el desierto




Los libritos viajan en formato de objeto y los textos de ficción se leen por la web claro que sí, qué obviedad; Los domingos son para dormir llegó a las manos de generosa y grafómana lectora de las tierras de Verónica Castro y Daniel Sada.
La mejicana la chica, que por estos días, según vi, está participando en la Feria del Libro del Zocalo en Méjico ha leído en serie al mejicano Heriberto Yépez, a Washington Cucurto y al libro entrópico azul; también ha leído El Interpretador y cita un texto crítico de Nancy Fernández sobre literatura argentina contemporánea.
(...)
"Es un desafío a la "policía" que dice Nancy Fernández, a la “sanción lógica” que alude Domínguez y al “co-control” de Yépez; un desafío irónico, burlón… y no cínico. Es como decirle al lector (y al crítico, quien por supuesto también es lector) “soy esto, soy aquello, soy hombre y mujer, soy yo y soy tú, te asimilo, mira, mira… no puedes tocarme(te) o ¿sí?... ¡tócame(te)!” Washington lo hace por medio del baile, hace cumbia poética, Link apuesta por la cibernáutica, Budassi es quizá el mejor ejemplo de la escritura femenina contemporánea en América Latina (lo que he podido leer, insisto), apuesta por el doble discurso femenino, la periferia del discurso de las mujeres dentro del propio devenir léxico y pensamental, en hermosa primera persona, y tomando como disparo de salida los clichés atribuidos a un ser mujer en un contexto específico.

"rara cualidad" me gusta


Imagino a la gente de @laperiódica en tres bunkers como los de los Super Amigos, una sala con maquinolas llenas de teclas que en este caso ellos usarían para hablarse a la distancia, y presionan el botón azul y flap, sale en twitter una reseña desde Barcelona y presionan la tecla verde en Chile y tuinqui, sale por ejemplo este post con la reseña de un libro que en la tapa tiene fotos viejas, y si pulsan las palancas clank para abajo se les imprimen las obras completas de Shakespeare y para abajo y al costado aparecen en el super monitor opciones para descargar juegos online y libros en PDF.

Gracias a Roberto Santander por la inteligente generosidad de esta linda reseña, copio sólo un pedacito así ven el sitio de La periodica que tiene hasta dossiers.


"El libro de Sonia Budassi tiene esa rara cualidad de los relatos que, al leerlos, sientes que contienen una parte del secreto. Una intimidad que absorbes como natural no porque hablen, necesariamente, de ti, sino porque su tramado, sus pliegues, complotan para que reconozcas una parte del mundo, aunque no sepas qué es lo que eso significa. No creo en la honestidad, pero sí en los relatos que se escriben con urgencia. Y en Los domingos son para dormir está presente esa escritura que aparece de una real necesidad por escribirse."

(...)
"La jerarquía literaria es otra cosa. Los discursos que aquí circulan apelan al estereotipo y son desmontados o exacerbados hasta convertirse en literatura. Y eso, creo, es todo lo que hoy, en tiempos donde la impostura es casi una política, podemos pedir."

So QEPD

El gato que toma agua de la canilla ya no vive en esa casa. Alguien pensó que era mejor que estuviera en una lugar habitado hasta que, si se daba, su dueña volviera a vivir en su hogar. Imaginé el reencuentro.

En su nuevo y transitorio hogar nadie le permite, me consta, tomar agua de la canilla.

La niña que vive en esa casa tiene rizos rubios y baja estatura, una burla, por real, a esos angelitos de Miguel Ángel.

-Se le cayó el collar a So en el patio- me cuenta un día.

-¿Cómo se le cayó?

-Sí, lo encontré y lo tengo acá pero no se lo puse de nuevo porque no lo vi más.

Su madre ratifica la información. La pequeña rubia se me acerca y desde donde está no puede ver que su madre hace gesto de alitas con los brazos y señala el cielo.

-Debe estar paseando, o en lo de algún vecino, trepado a la mesada, pidiendo que le abran la canilla, digo.

La nena pide permiso para prender el televisor.

Me entero de detalles innecesarios e indignos de un gato carismático, rubio y gordo, dichos en voz baja.

Letras de cuentos, de canciones y de poemas


el jueves.
Busqued, Llach y yo

en el fogón una que sepamos todos

de Juan Diego Incardona.

a las siete de la tarde en Libertador 8465

confesiones de invierno- Murio P. Sawyze (elegido el más sexi por People en 1991)


Todos los recuerdan por Dirty Dancing, Ghost y Point Break

Yo más que nada por "El duro", una película de las últimas de los ochentas del héroe solitario yankee. La vi con mi amiga V, la travesura ir al video de su barrio, pasar las vías para traer algo que no eran precisamente dibujos animados. Nos sorprendimos de ver un par de desnudos, fue la primera vez que concretamos esa hazaña (recomiendo el cuento de Hernán Arias, ahora que me acuerdo, que está en la antología de Mondadori De Puntin, se llama “Lo que la televisión le hizo al fútbol”, hay un video club de barrio y unas chicas a las que le dicen "las porneritas", es un nombre horrible pero en el cuento funciona).

En esa peli Patrick era un patova sensible que hacía yoga y comulgaba con cierta filosofía oriental y se enamoraba de la ex del capo del pueblo, una rubia médica que le cura las heridas luego de que él tiene una mala noche en el boliche. Porque Patrick trabajaba en el boliche desde hacía poco, lo contraron para “mejorar el ambiente”, siempre había piñas, prostitutas y borrachos y quizá drogas y eso no era lo querido por el dueño.

Pero igual Patrick, como era “El duro”, en algún momento debe haber dejado a la médica linda porque su vida era así, nómada, on the road, ir de pueblo en pueblo, haciendo racias no militarizadas por los boliches. Nosotras nos reíamos de tanto macho inverosímil pero; igual de a ratos nos gustaba y nos parecía bien que se hizo amigo del chico ciego que tocaba la guitarra detrás de unas rejas, como en una jaula sin importarle que los parroquianos le tiraran botellas. Era una resistencia, éramos tan chicas.

¡Dos días en Córdoba! (o en la vida literaria de)


Dos días en la vida de Córdoba literaria tendremos gracias a la generosidad y agite de la Editorial Recovecos. (con apoyo de su propia fundación "Acciones de bien")
Estaremos partiendo esta misma noche con una valija gigante que los cordobeses mirarán con recaudo, desconfianza y quizá temor especulando, por su tamaño, que voy con ganas y recursos como para instalarme.
Mas no, la valija contiene, sobre todo, libros. Y es aquí, en casos como éste, cuando comprobamos una vez más la promiscuidad de la edición independiente y de la lumpen: en la pesada valija conviven, no hay moral, libros de Entropía, de Tamarisco pero también casi que de La Funesiana.

La invitación fue así:
el viernes David Voloj (Autor del libro de cuentos "Letras modernas")
presentará Los domingos son para dormir

(el viernes 28 de agosto, a las 20hs. en "El Baúl" (Ayacucho 319, Córdoba, claro)



El sábado, tendré el honor de conversar con David Voloj nuevamente y con el escritor Pablo Natale, autor del celebrado libro de cuentos Un oso polar.

(si hacen click en ese último link (el que dice oso polar, sí) y van hacia el final de la página, verán que el desfachatado autor dice: "Quiero agradecer profundamente a: la joven y estúpida literatura cordobesa contemporánea" (...) para más luego agregar el nombre del prócer bahiense Emanuel Ginobili. El primer dato nos desconcierta, el último nos alegra. Preguntaremos sobre ambos y les contaré a quienes se queden en esta ciudad desquiciada.)
(sábado 29 de agosto, a las 19:45hs. en "Galileo" (Gauna 5700, Córdoba, claro)

(Yo pregunto por mail y por chat qué onda los escritores con el cuarteto y nadie sabe qué contestar.)

*los libros de tamarisco se consiguen en la librería del ciclista*
gracias en serio Recovecos y Entropía

la tercera es la vencida

ENTREVISTA A FOGWILL- por la reedicion de Vivir Afuera (publicada el domingo, en Cultura de Perfil; lo había entrevistado para el Suple el año pasado cuando Mansalva editó Los libros de la guerra, y antes en el Malba -tengo el audio, cada tanto aparece en el Ipod después de una que sabemos todos, un efecto raro) En esta no me decidí por el título; igual después pusieron una fuera de mis opciones:

“Vivir Afuera no le cambio una idea a ningún crítico”

“Si Vivir Afuera celebrara la democracia, daría risa”

“Ningún personaje es democrático”

“Debería haber podido insertar felicidad en Vivir Afuera”

¿A qué se dedicaría Saúl?¿Cuál sería el recorrido de Mariana?¿Con quien estaría transando el Pichi en el escenario post kirchnerista?¿tiene sentido pensarlo o la pregunta resulta demasiado lineal? Desde hace tiempo, en cada aparición pública, Fogwill se encargaba de defenestrar la primera edición de Vivir afuera, una de las obras que, para muchos, ha cifrado la década del 90 con mayor lucidez. Que la ilustración de tapa –una ruta con palmeras a los costados, sobre un fondo gris- no tenía nada que ver con la novela –“parece un afiche de ‘venga a Cancún que está nublado’”-que la diagramación del texto no era la convenida, que la distribución y la liquidación de las ventas no estaban bien. Los lectores pudieron constatar la ausencia de ese título en las librerías aunque, cada tanto, alguien alertaba de haberlo encontrado en un rincón de saldos de la calle Corrientes. Completando la serie de reediciones que vienen haciéndose de su obra –En otro orden de cosas, Un guión para Artkino, y sus artículos reunidos en el volumen Los libros de la guerra- acaba de aparecer Vivir Afuera. En el prólogo Fogwill afirma que la novela no envejeció y, ahora, cuando se le pregunta por los fundamentos por los que un libro se mantiene vigente, elige el contraejemplo para explicarse: “Si vos leés uno de esos libros de la desaparecidología, esos que se escribieron en los ochenta o un premio Clarín, te da la sensación de que es mucho peor que leer a Marco Denevi. Ni siquiera te digo que llego al extremo de decirte el factotum de La Nación, Mallea, pero sí ves el efecto de cualquier novela de los 50. Este libro, pudo apostar a algo que lo volviera viejo rápidamente. No seguiría vigente si fuera a la democracia lo que mi libro es al repudio de la democracia. Ningún personaje es democrático. Las chicas son fascistas. Y los que no son tan fascistas son, te diría, escépticos absolutos y nihilistas graves. Imaginate que ese libro hubiera sido escrito en los años de Alfonsín y que celebrara la democracia: daría risa. El triunfo de los derechos humanos, el juicio de las juntas, el país donde se estudia, se come…entonces sí hubiera envejecido. Lo mismo si sugiriera que el menemismo es lo peor que podría pasar. Pero este libro está sugiriendo que se vienen cosas peores”.

El misterio como estrategia. Vivir afuera funciona como una reescritura, bajo los efectos del neoliberalismo, de sus primeras intervenciones, aquellas que se preocupaban en señalar la continuidad entre la dictadura y la democracia no sólo en textos críticos sino en cuentos como Mis muertos punk, Ejércitos imaginarios o Pájaros de la cabeza, entre otros y también de Los pichiciegos –aunque, quizá, Vivir… no tenga la carga “profética” que Fogwill suele atribuirle a aquellos textos anteriores. “Sí. Es una reescritura… no sé si es conciente, pero me mantengo fiel a lo que pienso”.

Fogwill, sin necesitar subrayados –aunque reitere ciertas obsesiones- es un autor acertivo. Sin embargo, no responde de ese modo apenas se le pregunta qué no supieron leer aquellos críticos que, según escribe en el prólogo estuvieron “cada uno equivocado a su manera”. “No puedo responder eso, no lo sé. Si me dijeras que hubo uno que acertó te diría en qué se equivocaron los demás”, dice.

Parece una estrategia, querer plantar el misterio sobre una obra para que parezca inaprensible…

-Hay algo de eso, sí. A todos ellos les puede haber gustado el libro, etcétera. Pero a ninguno le cambio una idea. Y no son tipos imbéciles o hipócritas a los que el libro les haya cambiado la percepción de algo y después no lo quieran reconocer.

-La última vez que te entrevisté me dijiste que cada uno lee su espejismo mental cuando se enfrenta a una obra.

-Sabés que me parece que me equivoqué, porque Gandolfo no fue crítico pero tituló críticamente su reportaje, una nota cortita en Noticias. Puso como título “Lo sé todo”, cargándome, el mismo título que aquella enciclopedia. Pero era muy claro en Link, Schettini y Horacio Gonzalez que cada uno celebraba el halago o la palmadita o la franela que se le hacía a su doctrina. La reseña que menos me gustó fue la de Link. Porque no podía zafar de una condición aduladora. No digo que fuera un error de él, que fuera inauténtico sino que no podía zafar, él estaba escribiendo contra alguien que para mí que era Juan Forn, estaba escribiendo para enojarlo, a él o a Piglia.

-¡Como vos!

-(Risas)¡Yo vivo para atacar a Piglia!. Ahora me han dicho que su novela nueva es muy buena.

-¿Cómo hacés para zafar vos de aquel “espejismo mental” cuando hacés operaciones de lectura como aquellas en las que estableciste cierto canon?

-No siento que me pase pero siempre le temo a eso.

-Si los críticos no cambiaron con Vivir Afuera, ¿implica que creés en que la literatura tiene una capacidad transformadora?

-Si un libro no tiene la belleza de las grandes obras, como El Quijote, tiene que tener algo, sino no habría que haberlo hecho. ¿Qué puede conseguir un libro si no alcanza la belleza?

-¿En ese sentido falla Vivir…?

-Habría que escribirlo de nuevo, ¿no? Pero no tendría que existir el libro para escribirlo de nuevo.

Fogwill cita El despertar del nuevo día, relato de Hebe Uhart –quizá la única escritora a la que reconoce admirar en público- en el que “una viejita se cae y se golpea y la otra va a cuidarla. ‘No se me mueve de la cama que yo me ocupo de todo”, le dice la otra. Yo debería haber podido insertar “felicidad” –ponelo entre comillas que es una palabra de Sarlo esa-, una felicidad como esa en la novela. Pero no me dieron las pelotas, no me dio la lucidez para meterlo. Está rozada, hay una escena del Pichi en la casa donde hay una señora que es la que le cuida la pieza. Pero después si el tipo tiene alguna lealtad o solidaridad con el gordo del taller que es un cuadro de Aldo Rico, o con el cura o el pastor, eso se da en tanto comparten ideologías, no en tanto representen a lo humano. No hay nada humano ahí. Pero reconozco que no la vi. En segundo lugar me tranquiliza que ningún crítico la vio. Tercero, me amarga el hecho de que ahora que lo veo, no podría hacerlo.

¿Por qué no podés?

-Tiene que ver con la necesidad de escribir en contra como única manera de escribir. Pero de golpe, si uno pudiera pintar eso de Hebe Uhart…eso yo no lo puedo hacer.

-¿Qué ganaría la novela con eso?

Si tuviera eso, cerraría algo que en Vivir Afuera queda abierto.

-En algunas entrevistas de la primera edición reconocías cierta imperfección en la estructura de la novela.

-Yo había pensado en espacios entre bloques de párrafos y eso en general se cumplió; yo la escribí en la matriz de los libros que Sudamericana me había publicado, con los mismos espacios por líneas, y en una reunión con Chitarroni y Gloria Rodrigué, la dueña de la editorial y de Edhasa, me prometieron que el formato del libro iba a ser igual que los anteriores; eso daba 486 páginas. Primero, procuré que el 80 % de los saltos de texto, los saltos de bloque, fueran correspondiendose con saltos de página y los que no se correspondieran estuvieran en el medio. ¿Esto porqué? Por lo mismo que todos los libros que están escritos en bloque. Son los diez minutos que uno tiene talento para escribir, te fumás dos cigarrillos y tac. Terminaste uno de esos bloques de 1800 caracteres y sentís que ya te estas ahogando, ya perdiste oxígeno, te da hambre, etc, por eso los bloques de texto están cada vez más de moda. También hice algunos cifrados que ya perdí, una fecha de nacimiento, un número, los 69 se correspondían con actos sexuales, boludeces así, para divertirme. Para ahorrar plata también le pusieron un papel de diario y redujo en un 35% el tamaño de la tipografía.

-Me refería a la estructura narrativa

Sí, pero al cagarse en mi deleite de los ritmos que yo había logrado con los blancos y los negros de la tinta se me hizo más evidente que el libro no era El arte de la fuga de Bach.

-Pensé que te interesaba la falta de simetría.

Sí, me gusta, debe estar en el primer capítulo de En otro orden de cosas, donde lo digo; hay un pintor que trabaja con eso y me encanta pero no como algo no logrado.

-¿Qué expectativas tenés con la edición de El Ateneo?

-Todas las que tenía las cumplió. Me pagó, no mucha plata pero me pagó. Tengo la expectativa de que se agote rápidamente y me vuelva a dar esa suma. Cuatro mil ejemplares cash. Como estaba, Vivir Afuera era invendible en España. Tenía una tapa de cartulina de las de Tribunales, impresas con un sello de goma, no lo abrís. Pero este libro en España puede andar bien, no digo grandes ventas pero puede ser tapa de todos los suplementos conseguir críticas muy elogiosas como esas que suelen hacer los gallegos “por fin una obra que” y vender sus 600, 700 ejemplares, que está muy bien para un libro que no es para nada permeable para la cabeza española.

-¿Se tiene un poco idealizado el mercado literario español?

-Anda con una buena obra, un buen libro, con el libro de Diego Meret por ejemplo y para empezar Alfaguara, Sudamericana, Planeta, no se lo publican. Pero suponte que el tipo sea profesor de la facultad, o tiene un librito muy elogiado, le van a dar 1500 o 300 mangos acá; en cambio en España le darían 5000 euros y si puede vender igual que uno mío lo recuperan en un año. Cómo no lo van a idealizar, la belleza está determinada por el capital, que ordena que la relación euro peso sean mejores. Como contraparte, no entienden nada.

Fogwill señala que cuando Un guión para Artkino salió en España, a la semana generó 5000 referencias en Internet; hoy crecieron a 11000. Pero cuando uno entra en esas páginas, dice, no encuentra más que el texto de contratapa y la gacetilla de prensa. “No hay la menor discusión. La crítica española es completamente impune, ponen cualquier cosa.”

-¿Y cómo ves el estado de la crítica local?

Acá es mediocre pero no impune. Tienen miedo. Hasta el peor crítico de Pagina 12 tiene miedo de meter la pata cuando hace una crítica. Allá no tienen ningún miedo, están acostumbrados a seguir el poder de Prisa, el poder de Santillana, del Grupo Z, se cagan de risa.

En pocos días, Alfaguara lanzará un volumen con sus Cuentos Completos, que incluirá un relato inédito –en realidad, aclara Fogwill, ese texto debería haber salido por la Universidad Diego Portales, que “le pagó muy bien”- llamado Otra muerte del arte, que escribió en simultáneo con La gallinita mágica, el gallo de oro –aquel en que un padre le lee a sus hijos, otra vez una posible referencia a Piglia y su postura con respecto a la paternidad-, pero que, al encontrarlo el año pasado, corrigió un poco. “Con este libro trabajé casi tanto como escribirlo de nuevo porque reordené todo. Fuera de la cronología, intenté darle un ritmo”.

-¿Corregiste otros cuentos?

-Tuve problemas porque tenía muchas versiones diferentes, por las ediciones diferentes que salían en España, en Chile, pero ninguno es infiel a la primera version argentina. Yo escribi muchos libros que en realidad son truchos porque si te fijás, Mis muertos punk tiene tres cuentos que aparecen en Ejércitos imaginarios, que tiene cuatro cuentos nuevos que aparecen después en Restos diurnos, que tiene tres cuentos nuevo que aparecen en la otra versión de Muchacha Punk.

-En la última entrevista que te hice dijiste que no tendrías que haber publicado nada. Pero no sólo publicaste sino que reeditas. ¿Que libro no reeditarías?

Hace poco me compraron La buena nueva. Porque precisaba la guita. Vino la crisis y no la pudieron publicar, así que le devolví la plata y desarmamos la operación. Y ahora tendría que estar muy muy necesitado, y te llamaría a vos para que me prestes y si no me prestás vos tampoco, que sos la única persona a la que no cagué entonces tendré que venderlo de nuevo pero no me gustaría porque es un libro estropeado.

¿Por qué?

Porque ese libro salio original por Planeta; le faltan capítulos, por ejemplo, los de un personaje que se llama Lenin que era un gran amigo mío y que existía y que era librero. Además, cada vez que lo veo, siento la mano sucia de Juan Forn. Además está mi mano sucia, es un libro de mala fe que escribí contra Massera, pero hay algunos capítulos buenos que los voy a reciclar como relatos.

Estos fragmentos quedaron fuera de la charla. No tuve tiempo de desgrabar todo tampoco.

Sobre Busqued, Havilio y Meret y los fundamentos de lo que considera buena literatura
*En El país mencioné a Busqued, Havilio, Meret, esos tres que escriben libros verdaderos y no son talleristas para nada. No se ve la mano de Sacomano allí como si pasa en el libro de Laura Meradi, no hay vuelta de ellas ya hechas, si las hay, son de ellos. Tienen imperfecciones, pero quién no las tiene, ni hablar desde Proust. Esos 3 forman un bloque con Rafael Pinedo. Eso discutimaos con Cohen y Aira. Graciela esperanza no estaba de acuerdo. Tambien con Pablo Ramos, con quien no estaba de acuerdo nadie excepto yo, pero yo insisto en que es el más fuerte de todos".

"Porque no encuentro ninguna operación tramposa, ninguna aventura libresca, ningun amanecer titilante. ¿Captas?No aparecen rubias que fuman a la hora de la excitación sexual ni tipos de impermeables para crear una imagen de suspenso. Como en la ciudad ausente, que hay un tipo de impermeable que se llama Junior. No aparece nada de eso."

Sobre los redondos (¿?)

*"Porque salí con una ricotera, sabía los temas de memoria, cosa que casi nadie sabe, yo le decía no me cantes las letras, recitamelas, y eran todas una estupidez, El Indio es un genio, que magnetiza la voz, le gusta más el sonido, la palabra, que la sintaxis
Sobre Premio Indio Rico*
Indio puto lo llamo yo. Figurar con Leónidas en alguna lista me alcanza y me sobra, ya que no puedo estar con él en la de los grandes poetas.

Doble agente


"Lo que viene después: tener esta doble situación de estar periodismo cultural y también escritor, también es extraño. El mundillo es chico y es muy chismoso. [Risas] Es muy molesto, y hay días que estás de buen humor y te reís y días en que decís “a este le voy a poner el micrófono en la cabeza”. Sobre todo cuando te tratan de nena boba, cosa muy común. Cantidad de mujeres escritoras que dicen “abusa de la subjetividad”; lo mismo hace un escritor varón y dicen que es sensible. Esto no es barricada de género: es así. Lo podés ver en 80 recortes de críticas. Pasa mucho. Ese afuera es muy molesto porque es muy prejuicioso, porque puede llegar a ser muy provinciano, porque hay señores críticos que marcan lo que es bueno y lo que no es bueno. Son muy difíciles las dos cosas: si lo respetás al crítico decís “qué bueno lo que me dijo”, si no lo respetás decís “¡Hice todo mal! Mi libro es horrible porque le gusta a este que es un insoportable”."

que bueno que lo encontré

" (leyendo Kiki se puede ver cómo, en cierto modo, el teléfono celular ha pasado a ser un órgano sexual más)"

Encontré una reseña de KIKI de CUQUI que al final yo no pude terminar de reseñar escrita por Pablo Natale.

El libro está muy bien y tiene una tirada de, creo, 50 ejemplares.
Si no pueden comprarlo se los presto. Pero mejor si dan una mano y lo pueden comprar.

de Viel Temperley

Hospital Británico
Mes de Marzo de 1986

Pabellón Rosetto, larga esquina de verano, armadura de mariposas: Mi madre vino al cielo a visitarme.
Tengo la cabeza vendada. Permanezco en el pecho de la Luz horas y horas. Soy feliz. Me han sacado del mundo.
Mi madre es la risa, la libertad, el verano.
A veinte cuadras de aquí yace muriéndose.
Aquí besa mi paz, ve a su hijo cambiado, se prepara -en Tu llanto— para comenzar todo de nuevo.
( Versión con esquirlas
y "Christus Pantokrator")
Pabellón Rosetto, larga esquina de verano, armadura de mariposas: Mi madre vino al cielo a visitarme.
Tengo la cabeza vendada. Permanezco en el pecho de la Luz horas y horas. Soy feliz. Me han sacado del mundo
Mi madre es la risa, la libertad, el verano.
A veinte cuadras de aquí yace muriéndose.
Aquí besa mi paz, ve a su hijo cambiado, se prepara -en Tu llanto- para comenzar todo de nuevo.
Hospital Británico
La muchacha regresa con rostro de roedor, desfigurada por no querer saber lo que es ser joven.
(...)

escritor rico de padres ricos, editor pobre, periodista cultural pobre (esos términos usaría el hawaiano. Mi vecina diría "todo todo no se puede"")

(...)"Por último, el Maestro habló sobre el libro que acaba de publicar junto a su hermana, Hermano rico, Hermana rica, donde se explaya sobre la otra parte, la espiritual, completando así el círculo constitutivo de la plenitud occidental: materialismo económico e idealismo cultural; riqueza y literatura; policía y poesía. De nada sirve el primer millón si estamos vacíos por dentro.
Cuando salí del evento tenía la sensación de que postergar mi seguridad económica había sido algún tipo reprobable de desviación proletarizante. Soy un periodista cultural precarizado que cobra 150 pesos los dos mil caracteres y 200 pesos los cuatro mil, cuando el cheque no rebota. Escribo gratis en un blog colectivo. Sentí una leve indignación: Kiyosaki puede ser una alternativa. Por un momento, sentí que había un camino correcto. Otro camino. La desproletarización, después de todo, ya estaba escrita." (...)


(Estamos con Viggo, con él sabemos que nadie se hace rico con su sellito editorial. Claro que nuestras otras ocupaciones no difieren tanto de aquella -hacemos lo que podemos- así que nosotros también sabemos que con lo otro que hacemos tampoco da y sí, hubiera sido mejor si entrevistábamos a López u otro editor primero y hablábamos más de literatura, más divertido porque por lo menos íbamos a tener más de 15 minutos entre otras cosas más importantes pero no es excluyente, porque ese personaje está genial y no es ningún bobo y la pasamos bien aunque cuestionemos otras cosas, las propias claro. El otro día en el cumple de un escritor amigo festejábamos a Paris Hilton, siendo rica podría ser más careta decía mi amigo, un escritor asalariado en relación de dependencia; en esa empresa también le pagan por escribir.)

Ella creyó que era gata y le puso "Zoe" y cuando descubrió su verdadero sexo para no alterar su costumbre de responder al llamado lo llamó "So"


(PD:Cuando llego a casa vacía de mi madre los gatos y el perro me reciben como los descamisados a la evita de mi imaginación; yo les digo entren a mi casa bienaventurados robandole letra a Jesús y haciéndome la dueña; yo los dignifico con alimento húmedo, permisos de caminatas sobre una mesada de cocina limpia (le permito al gato rubio gordo tomar agua de la canilla; su capricho no es nuevo) y noches en camas de seres humanos (no se dan cuenta del frío de la casa, claro que afuera es peor; igual son mascotas tan fifí, se adaptan bien).
El perro patova lindo tonto -le decimos el modelo también- al que también llamo ternero por su tamaño se abusa y se sube a las camas y esca
rba la almohada, las sábanas, las frazadas, el crubrecama. Cuando está todo revuelto se pone a girar a una velocidad admirable, unas diez veces. Recién ahí se puede dormir. Al otro día distingo las sábanas agujereadas de las que no, tendría que tirar las viejas gastadas pero es un descrubrimiento inútil: sabemos que todavía no las voy a tirar.)
-las fotos son analógicas, los textos de ficción-
*Gracias x las fotos