escritor rico de padres ricos, editor pobre, periodista cultural pobre (esos términos usaría el hawaiano. Mi vecina diría "todo todo no se puede"")

(...)"Por último, el Maestro habló sobre el libro que acaba de publicar junto a su hermana, Hermano rico, Hermana rica, donde se explaya sobre la otra parte, la espiritual, completando así el círculo constitutivo de la plenitud occidental: materialismo económico e idealismo cultural; riqueza y literatura; policía y poesía. De nada sirve el primer millón si estamos vacíos por dentro.
Cuando salí del evento tenía la sensación de que postergar mi seguridad económica había sido algún tipo reprobable de desviación proletarizante. Soy un periodista cultural precarizado que cobra 150 pesos los dos mil caracteres y 200 pesos los cuatro mil, cuando el cheque no rebota. Escribo gratis en un blog colectivo. Sentí una leve indignación: Kiyosaki puede ser una alternativa. Por un momento, sentí que había un camino correcto. Otro camino. La desproletarización, después de todo, ya estaba escrita." (...)


(Estamos con Viggo, con él sabemos que nadie se hace rico con su sellito editorial. Claro que nuestras otras ocupaciones no difieren tanto de aquella -hacemos lo que podemos- así que nosotros también sabemos que con lo otro que hacemos tampoco da y sí, hubiera sido mejor si entrevistábamos a López u otro editor primero y hablábamos más de literatura, más divertido porque por lo menos íbamos a tener más de 15 minutos entre otras cosas más importantes pero no es excluyente, porque ese personaje está genial y no es ningún bobo y la pasamos bien aunque cuestionemos otras cosas, las propias claro. El otro día en el cumple de un escritor amigo festejábamos a Paris Hilton, siendo rica podría ser más careta decía mi amigo, un escritor asalariado en relación de dependencia; en esa empresa también le pagan por escribir.)

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