En el subte, por los auriculares, escucha Ricky Martin para darse ánimos antes de enfrentar una nueva jornada laboral.
Si viene alguien y se sienta al lado, baja el volumen para que el otro pasajero no sepa qué es lo que está escuchando.
Si viaja escuchando a otro cantautor no toma semejantes precauciones.
3 comentarios:
Ricky Martin te sube el ánimo? Al menos te da un poco de verguenza y bajás el volumen. Pero no creo que dejar el volumen alto y confesar que disfrutás de eso te ponga en el buen camino.
Es como cuando Tom o Jerry (hablo de los dibujos animados) enfrentan algún dilema ético y se les para un angelito en un hombro y un diablito en el otro. Yo diría que acá no hay un problema ético sino estético. Tu angelito estético (pongamos que aparece en forma de pequeña Sonia) tiene que decirte: "no escuches Ricky Martin". Tu diablito estético (en forma de Johnny Allon) diría: "dale gas".
Ricky Martin es un gran artista.
Vos sabés que yo sé que es así.
Yo siempre digo que lo importante es no apotegmear fuera del tarro. Pero ojo: algunas veces le pifio.
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