El periodista lee, pregunta y luego escribe "Un recorrido por los barrios a traves de las versiones ficcionales editadas en 2007. Mapa de fantasía para narrar a Buenos Aires."

La nota editada bonita completa acá (¡pinchar!); domingo pasado; Página 12.

Y mis respuestas completas, hechas como siempre a las corridas aquí mismo (me pregunto si debería corregirlas):


1) Narraciones recientes sobre ese barrio (Villa Crespo) que te hayan impactado: de ser nuevos narradores mejor?



No me crucé con otros relatos literarios recientes sobre Villa Crespo –más allá de una nota periodística del escritor Jorge Boccanera- pero es un barrio que está cruzado por muchos relatos sedimentados, casi, en el saber popular. Sus ritos fundacionales que incluyen, como corresponde, personajes míticos, desde Pugliese, a Marechal a la imagen de Juan Gelman recibiendo los honores del club Atlanta. El tema es que la mitología barrial empieza a actuar, en un punto, como sentido común anquilosado; una mediación cultural y simbólica que a veces deriva en folkore superficial; postales turísticas for export; y desde luego estereotipos y prejuicios. Me resulta más atractivo, entonces, el barrio como una geografía simbólica en la que producir un quiebre, una problematización o actualización del sentido común, una intervención sobre los implícitos, el prejuicio y el estereotipo.


2) Narraciones recientes de otros barrios que te hayan impactado...
En relación con lo anterior, me impactaron textos que se alejan de cierto pintoresquismo vacuo, relatos en los que se interviene en ese folkore y se reescriben y actualizan códigos discursivos sobre distintos terrenos; y que tienen una impronta vinculada también con la búsqueda del escritor; supongo que leo eso, y luego el barrio.

Primero me sedujo el Monserrat de Daniel Link; el Boedo de Fabián Casas y Daniel Durand, pero quizá más aún el tránsito antiflaneur de los textos de el Villa Lugano de Juan Incardona y del Parque Patricios de Hernán Vanoli, y el cruce crítico entre lo social y lo personal -cada uno en unestilo muy distinto- en el Puerto Madero de Félix Bruzzone y en el Caballito de Violeta Gorodischer; entre otros, claro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

los cuentos de barrios de la antología son mejores que cualquier Durand o Casas que citas.

Anónimo dijo...

Más o menos eh...esto de los blogs tiene esto de que matas a cualquiera con un coment, Julia, pero la gente quiere argumentacion!