el sueño energizante de una redacción vacía

a las diez de la noche termino el recuadro de la nota de tapa, ese hijo del diseño, de la deficiencia de las imágenes, más que de la forma y la pasión, "Chejov sobre tal", "Bunin sobre cual"; recuadros hijos cedidos al cansancio, al brillo deseado para el cuerpo de la nota, siempre primeriza, prioritaria, primogénita, el resto son fragmentos casi ilegítimos que le vienen a suceder, no diría de relleno para no ser condescendiente, o al menos así es cuando pasan cosas como esas de que los cierres se adelanten.
La noche en la redacción tiene una virtud: el silencio, eso por lo que tanto rogamos durante el día pero que no se da porque no está en la clara naturaleza comunitaria de la redacción y al lado hablan con Moria o con gente famosa que pocas veces conozco -aprendí qué significa "raqueteras"- pero del otro lado de la parecita hablan con el oficial, a ver si hay un avance, adónde está el detenido si no es en ese "nosocomio", dicen así pero ahora no; son solas las cien computadoras, bestias diurnas que por la noche son apenas muñecos de peluche plásticos, silenciosa presencia que bajo la luz agresiva de tubo parecen, todavía, más solas que yo; y ya no dicen ni hacen, están en paz.

Una película del apocalipsis o el decorado de una de terror japonesa: cuando me levante cansada del escritorio y camine hasta la impresora a buscar la que con suerte sea la versión definitiva, saldran hojas a4 con extrañas inscripciones, suceso algo raro que voy a subestimar pero que después tendrá sentido, cuando ya en el ascensor me siga una sombra que luego me mata o me ataca pero no, en el camino de vuelta no hay sobresalto, los taxis y subtes son la bondadosa arca que nos contiene con sus demoras, algunos no tuvimos esas saludables jornadas laborales en horario de oficina, pero otros no tienen casa, no tienen trabajo fuera de acá, el transporte público, pero yo pienso en si llego o no llego a la presentación tal, en llamar o no al autor o al presentador pero la voz no se apaga, espero llegar a casa cuanto antes pensando en escribir más y de lo mío y cuando llego me acuesto, ceno y duermo, en otro orden, creo que escribir nunca es demasiado, al otro día alguien va a decir que me perdí la mejor presentación, o la lectura del año.

3 comentarios:

Explorando dijo...

...a proposito de su twiter: jamás de los jamases podremos resisitirnos a los guisos de lata. hoy mi novia volvio super contenta del supermercado, porque arcor volvio a sacar los guisolisto, pero en lata graNde (?)...

...ella se imaginaba seguro una despensa llena de latas de gusilisto (?)...

Sonia dijo...

Señor Gerónimo: el otro día en el super con sebastian vimos una lata que usted posteo y nos acordábamos de usted y su pareja.
Y el twit, de alguna manera, era dedicado a ustedes. Tengo que decirselo, lo imponen la situación, sin vueltas. Lo lamento, el guiso en lata me sigue pareciendo una aberración.

Explorando dijo...

...obviamente que es una aberración el guiso enlatado. por algo Lorena (mi novia) dice que es tyransgénico. pero muchas veces la vagancia puede más, y se le hace la vista gorda...

...debo aclarar que yo no tengo la fortaleza(?) para poner las legumbres en agua a la mañana como hacía mi mamá, para cocinar recien el guiso al otro día...