Charlas con editores 03

Parte de la charla con Miguel Angel Petrecca, editor del sello de poesía Gog y Magog, que quedó afuera de la nota de tapa publicada en el Suplemento de Cultura de Perfil de Buenos Aires.


Sobre el nacimiento del proyecto

La editorial surgió o se empezó a gestar en el 2002, por un lado, como una iniciativa de un grupo de poetas jóvenes con libros inéditos y decididos a emprender su edición de manera autónoma; por otro lado, más allá del aspecto mero aspecto de publicación autogestionada del material propio, se proponía (se propone) intervenir en la escena poética incluyendo, desde el principio, libros de otros poetas jóvenes “afines”. El contexto económico fue el de la devaluación, es decir, el de un proceso de sustitución de importaciones de cartulinas y papel.


Sobre a la relación con las librerías entonces, y al día de hoy.

Empezamos distribuyendo nosotros mismos muy a pulmón, de manera muy precaria e intermitente, pero al poco tiempo, por suerte, confluimos en un proyecto de distribución pensado para editoriales independientes (Voy a salir…) que permitió ampliar bastante el número de librerías a las que llegamos. Las librerías más chicas, sin embargo, siguen siendo el núcleo de nuestro circuito de distribución, es donde con más probabilidad se produce una compra de un libro nuestro. La visibilidad en las librerías más grandes, en cambio, es un problema. Digamos, es un problema me parece que no lo sufren solamente editoriales chicas como la nuestra; las librerías no dan abasto, sus empleados a veces no saben lo que tienen (muchas veces un libro figura en computadora pero su ubicación física es una incógnita), y un libro como los nuestros, en general, en las grandes librerías, tiende a pasar desapercibido o a perderse como un flaneur en la multitud. como que el mayor problema del libro hoy es la superpoblación.


Por dónde pasa, si es que la hay, la competencia con sellos más grandes.

Creo que la competencia más fuerte, justamente, es esa competencia por el espacio y la visibilidad en las librerías, con las que una editorial chica tiene un poder de negociación infinitamente menor o casi nulo.



Sobre si están conformes con el rol del estado en política editorial.


Lo que se le suele pedir al estado son subsidios. Subsidios hay. Por ejemplo, hay líneas de subsidios que vienen de las gestiones anteriores de la ciudad y que por suerte tuvieron continuidad en esta gestión. Podría haber más, seguro. Pero no sé si pasa por los subsidios la cosa, es decir, por subsidiar la oferta destinada a una minoría, una minoría compuesta de no más de 1000 lectores, por permitir, según reza el argumento llorón tan conocido, que “el estado haga posible la publicación de libros que de otra manera, sin su ayuda, no se publicarían, porque el mercado, etc…”. Pasa por generar un horizonte de substentatibilidad de la actividad editorial que sólo puede provenir, por un lado, de la ampliación de la masa de lectores (lectores puros, no solamente lectores-escritores), bueno, y por otro lado, obviamente, porque cambie la relación precio del libro-salario.

En relación con esto último del precio: que el estado exija también: por ejemplo, que le diga a la editorial: bueno, yo te subsidio, pero al mismo tiempo te pongo un precio máximo. no sé, tal vez es una boludez.

Otra cosa que el estado podría hacer es intervenir en el tema del precio del papel, que aparentemente es un oligopolio; impedir, limitar o regular los aumentos en el precio del papel digitados por un par de industrias que dominan el mercado.

En qué etapa por decirlo así, "economico financiera" están. Si se autosolventan, de dónde surgen los fondos, si este están en crecimiento...


Ventas, algún subsidio y el aporte de los autores. Hay un lento crecimiento, más allá de altibajos.

Sobre EDINAR.

No formamos parte de EDINAR. De todas formas, pero es una reflexión que me surge al ver algunas de las editoriales que participan de ese proyecto, y pensando en el concepto de editorial “chica” o de editorial “independiente”, nosotros no sé bien qué haríamos ahí. Para nosotros, y para varias editoriales de poesía como nosotros, muchas de las editoriales de EDINAR son “grandes” (1), son emporios, en comparación con nosotros, digo, sus problemas tal vez pasen más por cómo viajar a tal feria en tal lugar mientras que nosotros estamos con problemas más básicos de supervivencia. Por otro lado, sobre el concepto de “editorial independiente”, nosotros no somos una editorial independiente, sino todo lo contrario: somos una editorial recontra dependiente, dependiente del valor del peso, del precio del papel, de la política de subsidios, o sea, mucho más dependientes que una editorial grande, etc…(2) Sobre el concecpto de editorial “chica” diría algo parecido: qué es una editorial chica?

(1)Es como lo de la Federación Agraria, que supuestamente representa a los productores medianos y chicos, pero bueno, si los de la FA son chicos los del MOCASE no sé qué son.

(2)Bueno, el término "independiente" me cae mal, lo que acabo de decir probablemente es una pelotudez, o en todo caso un mal chiste, copiado inconscientemente de este otro que le escuché decir a un cómico cordobés (imaginatelo con acento cordobés):

- Che, ¿sabés que vivo en un barrio privado?

- ¿En serio?!!!, ¿no me digas?

- Sí, privado de agua, privado de luz, privado de…

Cuac.

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