1. En la redacción de un diario opositor de críticas ingenuas pocos se dan cuenta: más acá, mas allá de los sumarios: si, queridas: esto es una guerra.


2. En mi humilde opinión, lo siento. Pero estás dejando avanzar al enemigo mientras planeás tus berrinches cotidianos y se encauzan las fuerzas de tus aburridas quejas diarias constitutivas. Hay que poner en acto. Y decirlo no es hacerlo (por allá los actos de habla; por acá la pasiva entrega)

3. El ruido de las bombas de una guerra que se asume tal es en este simulacro de trabajo digno, el zumbido de 100 computadoras que, a pesar de todo, siguen encendidas.

Produciendo.

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