tarde de sábado


Ayer me hicieron la devolución del libro de crónicas.
Un papel impreso: word y notas a mano. No una hoja A4 entera si no un cachito, recortado sin tijera.
Lo perdí.
Ayer hice un cuestionario para un editor dandi al que veo el lunes. También leí un poco de un libro de Iván Bunin. Violencia y relatos potentes, entre el odio y la negación; agarré de un estante un libro de la revolución rusa porque se pierden algunas cosas; libro de consulta.
Escribo el texto para el confesionario y desde la ventana se ve el cielo despejado.
"El problema es que la gente no quiere laburar" piensa alguien.
No conseguí el Indesign para pasar las correcciones del librito de cuentos. Estoy atrasada con eso.
Lo eventos se mezclan y de a uno dan alegría. El cielo despejado es un buen argumento para pasarla bien. Cuando sueño grito gracias, gracias, gracias pero al despertar no recuerdo lo que soñé.

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