Al nene le decían que su papá iba a mejorar, que solamente tenía una gripe pero un poco más fuerte.
Cuando el quiosquero le preguntaba al nene cómo está tu papá él decía que muy bien, que si seguía en cama enseguida se iba a curar. El quiosquero le daba la razón.
Un día le dijeron al nene que el papá estaba mal, que quizá no se iba a recuperar.
El nene no le dijo nada de eso al quiosquero cuando volvió a preguntar; el quiosquero seguía dándole la razón.
Un día el papá se murió.
El nene no le dijo nada de eso al quiosquero cuando volvió a preguntar; el quiosquero seguía dándole la razón.
Un día el papá se murió.
El nene está triste pero identifica el sentimiento de vergüenza que le da cada vez que lo mandan al quiosco a comprar algo aunque el quiosquero ya no le de la razón ni pregunte nada más sobre el papá.
7 comentarios:
Tremendo texto.
;)
sad
Hola, sos Sonia B?
Acabo de recibir un libro tuyo y buscándote en Internet llegué hasta acá.
Buenísimo tu blog y en especial éste post.
Te felicito y te mando un saludo.
Creo que conseguiste un nuevo Fan.
:)
(también te agregué en twitter)
;-)
Hola Juan Pablo! Sí, sé muá.
¿Quién te habrá mandado el libro y por qué? curiosidad!
Mil gracias por tus comentarios!
ya stás agregado a twitter!
Saludos!
ayyyyy
quiero más de estas, sonia!!!!!
besos! te sigo siguiendo!!!!!
y leyendo (me encantó tu intervención en critica el domingo)
power to the inteligentes!!!!
literatura y periodismo?
power to the inteligentes, sí, qué grossa consigna, te la voy a re chorear
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