*Camina por diagonal norte, una chica le pregunta en perfecto castellano dónde queda la calle Florida. Se encuentra respondiendo en inglés y más tarde preguntándose por qué y más más tarde no encuentra ninguna explicación lógica ni de ningún tipo. Se toma el subte y unos murgueros bailan y cantan mal pero no piden nada a cambio.

*Se pregunta por qué habiendo tantos libros buenos elige escribir acerca de uno mediocre y cuya lectura funciona si se aplica la famosa decoficiación aberrante, expresión que suena horrible. Piensa que en verdad es un libro border y gracioso.


*Legitima las causas de hablar en inglés ante una pregunta en castellano en nombre del insomnio.


*Piensa en una historia para contar, sueña con una nota compleja para escribir sobre un autor que no existe y todo eso le parece pretensioso y vacío.


*Está bien o está mal proponerse terminar ese libro insulso sólo para destruirlo con elegancia soberbia como toda elegancia en una reseña. Escribe por encargo y sueña con escribirlo con placer. Escribe por placer y deja de ganar dinero, pero sigue quejándose porque esa es una mala costumbre difícil de erradicar. Con los amigos la pasa bien pero no quiere ser parte de nada más que no sea una misma clase resentida social.


*Se pregunta por los libros desprestigiados que sin embargo son cool y los que nunca lo serán, como El Alquimista o Las obras Completas de esa poéta triste. Convierte eso en una columnita que le resuelve el día de cierre y deja a todos, incluyéndolo, casi contento. Por unos cinco minutos. Luego, ya todo le resulta demasiado bobo, y cuando salga impreso ni siquiera se animará a releerlo.


*Se autofesteja y autoengaña con respecto a ciertas obligaciones que incluyen llamadas telefónicas para entrevistar a cierta gente que no quiere ser entrevistada por un agnostico buen mozo como él; maldito mercenario; trabajador de la prosa.


*Se pregunta por la medida de las nuevas paredes alquiladas, cuánto costarán ahora esos lindos aunque medio ordinarios practicubos blancos que se venden en mercadolibre.


*¿Estará bien dejar todo como está?


*Los chanchos tienen una inteligencia excepcional; lo sabe por experiencia propia y pocas cosas que se saben por esa vía tienen un peso que trasciende el relativismo subjetivo. Esto de los chanchos está científicamente comprobado.


*Promete artículos que nunca entregará, pero él todavía no lo sabe. Prefiere ser hombre y nunca jamás escribir en primera persona ni dejar abierta la puerta de calle ni las persianas americanas.

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