"Mirá, ¡brillan!"


Mi sobrino mayor cumple 14 en abril. Me protesta porque tiene que ir a trabajar al campo, sus amigos no hacen nada pero él sí, él tiene que trabajar, a él lo mandan a hacer cosas, a ir al campo, y claro, le parece injusto. “Mirá, además me hacen lavar los autos. ¿Los viste? Brillan.”
En la cena mi sobrino protesta en frente de los padres que hablan de derechos y obligaciones. Los derechos incluyen las salidas. Las obligaciones, que colabore en la casa o con el trabajo en el campo. “Además, te pagamos, no se por qué te quejás”. El vuelve con su argumento de que sus amigos no hacen nada. La mamá le dice que no cree que sea tan así, y cita ejemplos de cómo ayudan sus amigos (Matías ese día no había podido ir al cine porque tenía que cortar el pasto, por ejemplo) y mi sobrino lo desmiente, dando datos de las extensas vacaciones que se toman esos chicos en casas de abuelos y tíos permisivos hasta que mi hermano dice “no importa qué haga el resto” y algo más, pero a mi me queda esa otra frase “esto se llama cultura del trabajo”.

5 comentarios:

Unknown dijo...

...transmitir la cultura del trabajo es dificil. siempre hay otros que parecen que no hace nada (aunque lo hagan) que despiertan la envidia del inculcando (que linda palabra :P)...

...un abrazo real....

Sonia dijo...

"Inculcando", es muy bueno!!!
Por mi parte, la verdad es que no me gusta trabajar. Me gustaría vivir de rentas o algo así, ser mantenida, recibir un subsidio, una beca, no sé...Y claro, se envidia a los que viven asi!
Abrazo, Gerónimo!

paula p dijo...

¨no importa que haga el resto¨ me planta un lagrimón!!!
¿es duro pero es justo? e´horrible

beso+

Sonia dijo...

ay ay ay
la verdá la verdá
no se bien como es.
¿é horrible ? puede ser y tantas otras cosas, pero el coment es justo y duro pero lindo.
besos paula!

Unknown dijo...

...no se si yo pudiera vivir de becas o subsidios. como los perros de pavlov estoy acostumbrado a la rutina del trabajo, a los apuros. sin ese vertigo me mareo...


;)